20.3.17

"THE WIND THAT SHAKES THE BARLEY" Dwyler Joyce (1860)

I sat within a valley green,
 I sat there with my true love
My heart strove to choose between,
Me old love and the new love
The old for her, the new that made,
Me think on Ireland dearly
While soft the wind blew in the glade,
And shook the golden barley

Twas hard the mournful words to frame,
To break the ties that bound us
But harder still to bear the shame,
Of foreign chains around us
And so I said, "The mountain glen,
 I'll seek at morning early
And join the brave united men",
While soft wind shook the barley

Twas sad I kissed away her tears,
Her arms around me clinging
When to my ears that fateful shot,
 Came out the wildwood ringing
The bullet pierced my true love's breast,
 In life's young spring so early
And there upon my breast she died,
 While soft wind shook the barley

 I bore her to some mountain stream,
And many's the summer blossom
I placed with branches soft and green,
 About her gore-stained bosom
 I wept and kissed her clay-cold corpse,
 Then rushed o'er vale and valley
 My vengeance on the foe to wreak,
 While soft wind shook the barley

 Twas blood for blood without remorse,
 I took at Oulart Hollow
I placed my true love's clay-cold corpse,
 Where mine soon full may follow
 Around her grave I wondered drear,
 Noon, night and morning early
With aching heart when e'er I hear,
 The wind that shakes the barley
Me senté en un verde valle
Me senté allí con mi amor verdadero
Mi corazón dudaba al elegir
Entre mi viejo amor y el nuevo
El viejo, por ella, el nuevo, que me hacía
Pensar en mi querida Irlanda
Mientras suave el viento soplaba en el claro
Y agitaba la dorada cebada.

Fue difícil decir las tristes palabras
Que rompieron los lazos entre nosotros
Pero más difícil es la vergüenza de llevar
Cadenas extranjeras a nuestro alrededor.
Y así le dije, “El valle de la montaña
Buscaré mañana temprano
Y me uniré a los valientes Irlandeses Unidos"
Mientras suave el viento agitaba la cebada.

 Tristemente borré sus lágrimas con besos
Sus brazos me rodeaban con fuerza
Cuando a mis oídos llegó ese disparo fatal
Sonando desde el bosque salvaje
La bala atravesó el pecho de mi amor
Segada en la primavera de la vida
Y allí sobre mi pecho ella murió
Mientras suave el viento agitaba la cebada

La llevé a un arroyo de montaña
De los muchos que el verano hace florecer
 Coloqué ramas blandas y verdes
Sobre su pecho ensangrentado
Sollozé y besé su cuerpo frío como la arcilla
Y me lanzé de valle en valle
Mi venganza contra el enemigo a ejecutar
 Mientras suave el viento agitaba la cebada.
 
 Fue sangre por sangre sin remordimientos
 Lo que tomé en Oulart Hollow
 Coloqué el cuerpo helado de mi amor
Donde el mío pronto la seguirá.
Alrededor de su tumba deambulé con temor
Tarde, noche y temprano al amanecer
Con dolor en mi corazón cada vez que oía
El suave viento agitar la cebada.


"The Wind that shakes the barley" (El Viento que agita la cebada) es una vieja balada irlandesa escrita por Robert Dwyler Joyce (1836-1883), poeta y profesor de literatura en el deprimido condado de Limerick. Aquellos que hayan leído la tristísima novela autobiográfica  "Las cenizas de Ángela" sabrán lo que significaba vivir en el Limerick de aquella época: mucha hambre, pobreza y suciedad; barrios azotados por la miseria, niños descalzos, una patata al día para tres, los húmedos vapores del río Shannon enfermando a la población y el yugo opresor del gobierno británico pesando sobre sus cuellos. La antaño Isla Esmeralda era una criatura hambrienta y azotada hasta tal punto por las plagas y la injusticia social, que no tuvo más remedio que emigrar en masa a los EEUU. Por algo dicen que las canciones más tristes del mundo son las canciones irlandesas.


En este contexto, caldo de cultivo para los levantamientos, se escribió "El viento que agita la cebada". La canción nos habla de la triste historia de un joven de Wexford, quien está dispuesto a renunciar a su verdadero amor por alistarse en los escuadrones Eiri Amach, los Irlandeses Unidos, que se rebelaron contra el gobierno británico en 1798. Y es que por aquel entonces el mundo entero estaba convulsionado por los cambios: la revolución francesa triunfó, también lo hizo la americana, ¿por qué no habría de hacerlo la irlandesa, que compartía con Marianne sus anisas de justicia social, y con las Trece Colonias el sueño de la independencia? La rebelión de los Irlandeses Unidos fue uno de los pasos que acabará desembocando, siglo y medio después, en la Constitución de la Republica Independiente de Irlanda. La rebelión de 1798 fue posiblemente el estallido de violencia más intenso de historia irlandesa, causando entre 15.000 y 30.000 muertos en tres meses, la mayor parte de ellos población civil irlandesa. 

¿Pero por qué la cebada? ¿Qué tiene de simbólico este cereal tan común?

En un principio, los rebeldes irlandeses solían llevar granos de cebada o avena en los bolsillos para combatir el hambre durante la marcha. Después, en el período post-revolucionario, este cereal se utilizaba para marcar los llamados “Croppy Holes”, fosas comunes donde se arrojaban a los rebeldes muertos. La cebada se convirtió pues en un símbolo de la naturaleza regenerativa de la resistencia irlandesa: por mucho que intente ser segada la cebada reaparece cada primavera, de la misma manera que los irlandeses se alzarán año tras año contra el gobierno británico.

Fotograma de la película "The wind that shakes the barley" (Ken Loach, 2006)
Esta canción aparece registrada en el Round Folk Song Index (nº 2994) y se cuentan por cientos las pequeñas variaciones y las diferentes versiones de la balada original de 1861. Esta versión de Loreenna McKennit, perteneciente a su disco homónimo grabado en 2010, respeta en gran medida la musicalidad del bellísimo canto irlandés.

2 comentarios:

  1. a veces olvidamos que soñar es parte de vivir y que sin ellos no vale la pena decir: tuve una vida

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  2. ¡Fantástico blog! Me ha encantado. ¡Muchas gracias por las magníficas entradas!

    Recomiendo el último álbum de Loreena McKennitt, Lost Souls, el cual tiene el éxquisito poema de John Keats, La Belle Dame sans Merci.

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